La píldora anticonceptiva lleva años formando parte de la vida de las mujeres, ya sea para evitar un embarazo no deseado, regular nuestras menstruaciones, ayudar a disminuir el dolor que las acompaña, mantener un mejor cabello, una mejor piel y en este momento también para tratar el síndrome de ovarios poliquísticos, un fenómeno cada vez más común. En una cita ginecológica lo más probable es que te receten la píldora como solución a estas situaciones mencionadas previamente, haciéndonos creer que está es la única opción, una que requiere introducir más hormonas a nuestro cuerpo, cuando en realidad existen otras soluciones naturales de las cuales no se nos están informando, opciones que a largo plazo podrían mejorar nuestra salud en general y regular nuestras hormonas, las cuales controlan nuestro cuerpo y su estado.
La idea del siguiente artículo no es incentivar a que las mujeres dejen de consumir la píldora anticonceptiva, sino más bien informar cómo funciona, sus efectos, y presentar las alternativas naturales que existen y que se han desvalorado o descartado por falta de interés, paciencia y simple desinformación. Las mujeres hemos ido aceptando que la píldora anticonceptiva es la única opción efectiva y rápida que existe y aceptamos estas declaraciones porque en realidad no conocemos nuestro cuerpo, nuestro ciclo y cómo manejarlo.
Emprendedoras como Paloma Alma, ganadora del premio mujer emprendedora 2018 en España y creadora de la marca CYCLO, menstruación sostenible, se han dedicado a educar a mujeres de todas las edades sobre su ciclo menstrual. Paloma actualmente está liderado el movimiento Taboo Breakers, y su objetivo es darles a las mujeres una libertad real, en donde pueden elegir con conocimiento que es mejor para su cuerpo, salud y estado emocional.
Historia:
¿Qué es ser mujer en el siglo XXI? Décadas después de obtener el sufragio femenino la mayoría de las mujeres nos hemos encontrado ante un vacío existencial en el cual buscamos definirnos más allá de ser madres, queremos ser líderes, pero qué pasa cuando ni siquiera podemos ser líderes de nuestro propio cuerpo.
En el siglo XIX diagnosticaban histeria femenina, simplemente por el hecho de querer disfrutar de nuestro propio cuerpo. En el siglo XX se desarrolló la famosa píldora anticonceptiva, esto cambió el mundo positivamente pero no sin sus consecuencias. La píldora otorgó una libertad sin igual, permitió que un mayor número de mujeres accedieran a estudios superiores, tuvieran familias más pequeñas y por ende mayor flexibilidad económica. Sin embargo, también generó múltiples efectos secundarios; a corto plazo las mujeres pueden llegar a experimentar aumento de peso, migrañas, acné, depresión y sangrados continuos. A largo plazo se pueden experimentar problemas de fertilidad e incluso coágulos sanguíneos que han provocado la muerte de muchas mujeres alrededor del mundo, segúnTite.
Ahora estamos en el siglo XXI y nuestra forma de concebir nuestro cuerpo no ha cambiado y la pregunta es ¿por qué? La respuesta: nuestra educación. Crecemos con la concepción de que menstruar es lo peor del mundo, que esa sangre es sucia, que no tiene ningún uso. Tanto padres como médicos se han encargado de generar un tabú frente al tema en lugar de explicar y enseñar.
En el 2015 el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos recomendó que la menstruación debería considerarse el quinto signo vital (ACOG), igualándolo a la presión arterial, respiración, pulso, y temperatura. El color, consistencia y flujo de nuestra sangre menstrual nos proporcionan una imagen de nuestra salud, por ejemplo: sangre café es signo de deficiencia de progesterona, sangre rojo oscuro, exceso de estrógeno, sangre rosa palo, significa poco estrógeno, y sangre rojo brillante es un indicativo de un balance óptimo entre progesterona y estrógeno, como explica la experta AlisaVitti. Sin embargo, cuando vamos a un ginecólogo lo único que preguntan es la fecha de la última menstruación, si estamos sexualmente activas y acto seguido recetan la píldora.
Pero ¿qué es realmente la píldora y qué efecto tiene sobre nuestro cuerpo?
Para responder esto tenemos que entender que el cuerpo femenino se rige por ciclos hormonales. Cada semana nuestro cerebro y útero liberan cuatro hormonas que generan todo tipo de reacciones en nuestro cuerpo. El suceso más importante de estas es la liberación de un óvulo y la creación de un ambiente adecuado para una posterior fecundación. Sin embargo, no olvidemos que estos cambios hormonales también influyen en nuestro estado de ánimo, nuestra piel, nuestra creatividad, nuestra forma de ejercitarnos y sobre todo en la forma de relacionarnos con otras personas. La píldora borra todas estas interacciones hormonales y genera concentraciones planas, todo para engañar a nuestro cuerpo y hacerle creer que la mujer está embarazada, por lo cual, como afirma Vitti, las mujeres que toman la píldora realmente no experimentan una menstruación, es solo sangre.
Posiblemente a la mayoría de las mujeres esto les da igual, pero se ha confirmado que el 80% de las mujeres experimenta algún tipo de desbalance hormonal, el 70% de estas mujeres experimenta desbalances leves, pero el otro 30% experimenta problemas más serios como: ovario poliquístico, quistes, fibromas y endometriosis, enfermedades que afectan no solo a la fertilidad de las mujeres, también a su calidad de vida en el día a día, como recoge la Northwell Health.
Alternativas
Afortunadamente, en los últimos años, se ha observado un despertar en la curiosidad de las mujeres por querer conocerse mejor, conocer sus cuerpos mientras se desarrollan como profesionales, emprendedoras, madres, y parejas. Ejemplo de esto es la propia Vitti, escritora del libro Woman Code (2014) con el cual transformó a la sociedad femenina y permitió ver posibilidades que antes ni los médicos estaban brindando. Su libro explica su propia historia personal, con un ovario poliquístico, y cómo entendió que la píldora no es más que una bandita que enmascara una problemática mayor, una vez la dejas de tomar, cualquier problema hormonal vuelve. El libro también ofrece una alternativa a la píldora: La comida. El viejo dicho “somos lo que comemos” no podría ser más cierto. La premisa es la siguiente: nuestro sistema depende de hormonas, las hormonas se sintetizan a partir de alimentos, si comemos alimentos que apoyen el balance hormonal nuestra menstruación será una experiencia positiva. A esto se le suma la noción de los ciclos; cada semana somos una mujer diferente, químicamente hablando, por lo cual comer alimentos que soporten las necesidades semanales de nuestras hormonas es fundamental.
Aun así, aunque una mujer sepa todo esto puede seguir considerando que la píldora es su mejor aliado ante un embarazo no deseado y dejar en segundo plano su propia salud, normalizando los efectos a corto y largo plazo. Volvemos de esta forma al tema de la educación; tanto mujeres como hombres piensan que una mujer puede quedar embarazada en cualquier momento, esto sin embargo es más complicado, pero en resumen consiste en lo siguiente: en un mes una mujer solo es fértil un día. Cuando a la ecuación se le suma la fertilidad del hombre, quienes son fértiles veinticuatro horas al día, siete días a la semana, ese día de fertilidad se convierte en una semana ya que el espermatozoide permanece vivo alrededor de tres días si coincide con los niveles óptimos de progesterona y estrógeno de la mujer, explicaVitti.
Ahora, muchos se preguntarán cómo saber si esto va a ser realmente útil para prevenir un embarazo. Como hemos dicho, la menstruación de una mujer nos dice muchas cosas, solo el color nos da un buen indicio de nuestro estado hormonal, pero no hay que olvidar que todas las semanas nuestro cuerpo cambia y nos envía señales. Durante la ovulación, el cuerpo libera flujo y moco cervical, su presencia nos indica que estamos en nuestros días fértiles y al igual que con la sangre debemos observar su consistencia y color, como defienden Ecochard y sus colegas.
Las mujeres forman un gran porcentaje en la industria farmacéutica, el documental en formato de miniserie de Netflix, El sexo, en pocas palabras (episodio 3) explica la verdad sobre los anticonceptivos hormonales y su impacto a través de los años. También expone algo muy importante sobre como los anticonceptivos hormonales para hombres se llevan anunciando durante años, pero nunca han llegado al consumidor por el impacto económico negativo que tendrían en el mercado. Estas decisiones están afectando la salud de la población femenina, obligándolas a ser las responsables de su cuerpo y al mismo tiempo solo presentándoles alternativas hormonales que perjudican a su salud física y emocional.
Es importante concluir con el factor de que cada cuerpo es diferente y lo que funciona para una mujer puede que no sea lo ideal para otra, pero la clave de nuestra salud está en conocernos de adentro hacia afuera y reconocer que a través de hábitos alimenticios saludables podemos controlar hasta cierto punto lo que ocurre con nuestro cuerpo y su salud, el único problema de escoger esta alternativa es la dedicación que requiere al igual que el constante análisis de nuestra menstruación. Es por eso por lo que muchas mujeres siguen optando por una solución más rápida como lo es la píldora.