¿Es realmente Jerusalén la capital de Israel? Muchas son las personas que no están seguras de esto y muchas veces los medios de comunicación no ayudan a solventar esta duda.

 

Existe de forma general el conocimiento erróneo de que Jerusalén es capital de Israel. La geopolítica ( la disciplina que estudia cómo se dispone del espacio y qué impacto tiene este desde un punto de vista político, ya sea por parte de un Estado u otra entidad política) y el soft power (la habilidad de un Estado para persuadir a otros países evitando el uso de la fuerza o la coerción, valiéndose de medios más sutiles, como su cultura, su modelo social o sus valores políticos) con los que muchas veces actúan los gobiernos mundiales no ayudan a terminar con esta confusión.

Desde el laboratorio de desinfección de Milla Cero hemos encontrado que existen dos maneras de utilizar esta confusión:

En primer lugar, la publicidad que hace el propio Estado de Israel es desinformación de forma clara. Intentan persuadir e inculcar en las personas que ven esta publicidad engañosa que Jerusalén sí es la capital. Os ponemos un ejemplo en vídeo:

 

Una segunda vertiente viene dada por la mala praxis de la información. Muchas veces los medios de comunicación, al publicar información, se equivocan por desconocimiento aunque sin mala intención. Si, por ejemplo, buscamos “qué hacer” en nuestro viaje a Israel, encontramos la siguiente información en el diarios Expansión, en el suplemento Fuera de Serie, donde promociona Jerusalén como  “una de las principales ciudades de Israel”.

 

Vamos a dar algunas claves para que comprendáis a quién pertenece realmente la ciudad de Jerusalén y nunca más os vuelvan a vender la moto.

 

Clave Histórica:

 

Necesitamos remontarnos a la historia reciente de este territorio y la creación del Estado de Israel para poder explicar de dónde nace la confusión.

Todo este lío viene dado porque la declaración de la ONU nunca fue aceptada por las partes, entrando en un ciclo de disputas y conflictos armados para reclamar la ciudad como propia.

 

Clave sobre la Administración:

Jerusalén es considerada la ciudad sagrada por dos de las tres grandes religiones monoteístas: judaísmo y cristianismo. Por ello mismo ha intentado ser conquistada y reconquistada históricamente por todas las religiones.

Para terminar con esta situación, y sin tener en cuenta las reclamaciones de los estados, en 1947 la Asamblea General de la ONU aprobó la resolución 181 en la que considera Jerusalén como una “entidad aparte”. Una ciudad internacional gestionada y administrada por la ONU.

El plan de la ONU proponía dividir la parte occidental del Mandato sobre Jerusalén en dos Estados, uno judío y otro árabe-israelí. Para la concesión de este plan de forma pacífica se establecía un periodo de diez años en los que la ONU se haría cargo del control de la ciudad. Además, la resolución establece la partición de Palestina en un Estado Judío, un Estado árabe y una zona bajo el régimen internacional particular, dos ciudades: Belén y Jerusalén.

Esto nunca se llevó a cabo, los árabes la rechazaron directamente y los sionistas (población judía que defiende que el pueblo judío debe de tener un territorio histórico) también la criticaron. Solo se quedó en papel mojado ya que, al estallar la guerra, Israel asumió de facto el poder, control y administración sobre Jerusalén desoyendo la declaración de la ONU.

Mapa sobre la estructura administrativa de Jerusalén.

Clave sobre la soberanía y cuestiones diplomáticas:

La ciudad se ha convertido en multitud de ocasiones en clave de negociaciones internacionales.  Aunque desde 1967, tras la Guerra de los 6 días, para Israel, Jerusalén ha sido su capital y ha ejercido la soberanía sobre ella, esta no ha sido reconocida de forma internacional.

La mayoría de los países internacionales tampoco apoyan a Israel y por ello tienen establecidas sus embajadas en Tel Aviv. Aunque existe un país que sí reconoce Jerusalén como capital de Israel. Donal Trump en 2018 trasladó la embajada americana de Tel Aviv a Jerusalén rompiendo con años de bipartidismo y consenso internacional. Con este movimiento de la embajada, declara de facto a Jerusalén como capital de Israel.

Desarrollo del acontecimiento por Twitter de Bricio Segovia (@briciosegovia) corresponsal en la Casa Blanca para MVS Noticias.

 

Es el primer país que lo reconoce desde la creación del Estado de Israel en 1948. Otros países tienen consulados en Jerusalén como puede ser Dinamarca, España o Japón, pero EE. UU. es el único país que tiene una embajada. El presidente francés, Emmanuel Macron, en referencia al traslado de la embajada americana expresó: «Esta decisión es una decisión lamentable que Francia no aprueba y que va en contra de la ley internacional y todas las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas»

Aún no ha sido definido el estatus de la ciudad de Jerusalén. Este debe definirse en el marco de negociaciones pacíficas entre los dos estados, palestino e israelí. Las negociaciones para alcanzar el estatus de esta ciudad han sido muchas a lo largo de los años, aunque las más importantes han sido dos: los acuerdos de Oslo de 1993 y las negociaciones de paz de Camp David 2000, pero en ninguna de ellas llegaron a un acuerdo.

Este conflicto tan amplio y muchas veces difícil de entender ha llevado a que medios internacionales recojan en sus manuales de estilo que cuando informen determinen que Tel Aviv es la capital de Israel y no Jerusalén. Aun así, son muchas veces las que medios y personas se equivocan al denominar a Jerusalén como capital de Israel.

Por lo tanto, no, Jerusalén no es la capital de Israel ya que en 1947 la Asamblea General de la ONU aprobó la resolución 181 en la que considera Jerusalén como una “entidad aparte”. Una ciudad internacional gestionada y administrada por la ONU, no por el estado de Israel.