María Hidalgo

Una publicación de una cuenta parodia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha hecho viral en Twitter y algunos usuarios han reaccionado con enfado sin darse cuenta de que no era la cuenta oficial del dirigente.

Las críticas a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, por el coste del monumento en memoria de la cárcel de mujeres de Les Corts han inundado twitter durante esta última semana. Según informó en julio El Liberal.cat, el Ayuntamiento de Barcelona comunicó un presupuesto inicial de 206.696 euros para el monumento, pero el coste final asciende a los 338.229 euros. Cinco meses después, Twitter se ha hecho eco de esta cifra a raíz de las publicaciones de Toni Cantó, diputado de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, exdiputado de la misma formación, y Josep Ramon Bosh, expresidente de la asociación antiindependentista Sociedad Civil Catalana (SCC). 

Entre las publicaciones de muchos usuarios opinando sobre la cuestión, se ha hecho viral un tuit en el que una cuenta parodia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, compara la inversión del Hospital Isabel Zendal, construido en Madrid para hacer frente a emergencias como la actual pandemia de COVID-19, con la del monumento a la cárcel de Les Corts. En el tuit se califica el Zendal como una de las «cosas inútiles» en las que Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, «se gasta el dinero», mientras que la instalación artística dispuesta en el espacio donde antiguamente estaba la cárcel de mujeres de Les Corts es «un precioso monumento» por el que el presidente parodia da las gracias a Ada Colau. 

Captura de pantalla del tuit publicado por la cuenta parodia de Pedro Sánchez @sanchezcasrejon

La cuenta que lo publica, activa desde 2018 y con casi 22.000 seguidores, es una cuenta parodia que publica todo tipo de contenido como si fuera el presidente del Gobierno quien lo escribe. Aunque lo especifica en letras mayúsculas en su nombre, más de un usuario ha reaccionado a la publicación pensando que eran palabras reales de Pedro Sánchez. Así, se pueden leer respuestas en las que los usuarios se dirigen directamente al presidente como «Pedro», «Señor Sánchez» y «usted» o que se refieren a él como «este tío» y utilizando verbos en segunda persona del singular («estás», «eres», etc.) , dejando claro que no han entendido que es un tuit parodia. Y provocando, en algunos casos, que otros usuarios les respondan entre risas para informarles de que la cuenta es «fake» o «parodia».

Captura de pantalla de algunas respuestas al tuit publicado por la cuenta parodia de Pedro Sánchez @sanchezcasrejon
La cuenta oficial y la parodia son muy parecidas

Es probable que uno de los motivos por los que estos usuarios de Twitter no han entendido que el tuit pertenecía a una cuenta parodia, y no a Pedro Sánchez, es el gran parecido entre ambas cuentas. La cuenta parodia cumple con las normas de la red social y utiliza un usuario y un nombre diferente al de la cuenta oficial, dejando claro tanto en su nombre y biografía como en un tuit fijado que es una cuenta parodia. Sin embargo, como se observa en la siguiente imagen comparativa, las dos cuentas son visualmente muy parecidas.

Comparación entre la cuenta oficial en Twitter de Pedro Sánchez, a la izquierda, y la cuenta parodia, a la derecha.

La cabecera y la foto de perfil de la cuenta oficial y la parodia son idénticas. Los nombres de usuario, @sanchezcastejon y @sanchezcasrejon, solo se diferencian en una letra (una «r» visualmente muy parecida a la «t» del apellido real de Pedro Sánchez). La principal diferenciación a simple vista es el símbolo de «verificado», el ticket azul, que aparece en el usuario oficial del presidente. A pesar de ello, no es difícil que en una lectura rápida se confunda un tuit de la cuenta parodia con uno de la oficial, principalmente porque ese es su objetivo. 

Este tipo de publicaciones de cuentas parodia suelen confundirse con las cuentas oficiales porque están diseñadas para ello. La parodia consiste básicamente en imitar algo de forma burlesca, ya sea una obra, un autor o un tema. Y aunque suelan crearse con una intención meramente humorística o de entretenimiento, su contenido es íntegramente ficticio y pueden dar pie a malinterpretaciones, por lo que tanto parodia como sátira han sido categorizadas como tipos de desinformación. Sobre todo, porque la probabilidad de ser malinterpretadas aumenta notablemente cuando personas que no las han entendido como parodia o sátira las difunden en forma de captura de pantalla por otras redes sociales como WhatsApp, sin contexto y sin enlazar la publicación original, iniciando una cadena de desinformación. 

Ante estos riesgos, es recomendable ser prudente al compartir contenido paródico. La sátira, el sarcasmo y el humor, componentes frecuentes de la parodia, son totalmente subjetivos y no todo el mundo los entiende. Aunque uno mismo esté familiarizado con cuentas o medios de esta naturaleza, difundir sus publicaciones sin contexto o enlace a la fuente original puede conllevar a que sean malinterpretadas. Así mismo, a la hora de consumir información en las redes sociales, es conveniente prestar atención a los atributos que diferencian una cuenta parodia de una cuenta oficial y verificar el contenido que nos llega, bien a través de una lectura más profunda en la cuenta (leer comentarios de otros usuarios, consultar otros tweets, leer la biografía) o de una búsqueda fuera de esa red social.